Coscubiela registra una proposición en la que pide al Gobierno que acabe con la “sádica diversión” de torturar públicamente un animal. El portavoz de ICV en el Congreso de los Diputados, Joan Coscubiela, ha registrado una proposición no de ley que insta al Gobierno a “establecer los mecanismos y desarrollos legales necesarios que eviten situaciones de maltrato animal como el Torneo del Toro de la Vega”.
La proposición se ha registrado coincidiendo con la celebración del polémico festejo taurino se ha celebrado hoy en la localidad vallisoletana de Tordesillas rodeado, como siempre de polémica, y en medio de impresionantes medidas de seguridad, lo que no ha evitado incidentes entre partidarios y detractores de este ‘torneo’.
A juicio de Coscubiela esta fiesta representa una “tortura lenta”, así como “una sádica diversión” que “ya es hora” de que el Congreso “acepte su responsabilidad y actúe contra el maltrato animal, sin utilizar la tradición como excusa”.
“Es una de las bestialidades más grandes de España, que bajo el escudo del que algunos denominan pomposamente ‘tradiciones’ permite que más de cien lanceros asedien el animal por el campo dándole golpes con las lanzas, hasta que, empapado en sangre, acribillado, se derrumba sin fuerza, momento en que le hacen la estocada final», ha criticado el diputado ecosocialista.
No se trata de la primera vez que el grupo parlamentario de la Izquierda Plural, al que pertenece ICV, insta al Gobierno a poner fin a este tipo de prácticas que, bajo el amparo de la tradición, se siguen sucediendo en España.
En el texto se detalla que “se han creado grupos de trabajo de Alto Nivel instados por esta Cámara con el objetivo de avanzar en el bienestar animal y abordar el maltrato», y se añade que “los informes de estos grupos dejaron claro que existía margen para legislar en nivel nacional sobre esta cuestión respetando las competencias de las comunidades autónomas».
En su proposición, ICV califica de “vergüenza sin valor cultural y tradicional para muchos ciudadanos de este país que lo expresan de forma pacífica y pedagógica”, el hecho de que un toro sea “perseguido y asediado, acribillado y sacrificado públicamente en un acto de tortura pública”.
