El estudio apostó 170 millones de dólares por los superhéroes más desconocidos de su universo y por un guión que se sale de lo convencional en el género. Ya está aquí el gran estreno del verano (para algunos incluso del año) y la película más arriesgada, desvergonzada y divertida de Marvel, ‘Guardianes de la Galaxia’. El estudio apostó 170 millones de dólares por los superhéroes más desconocidos de su universo y por un guión que se sale de lo convencional en el género y, como era de esperar, la cosa le ha ido bien: arrasa en taquilla y ya se ha confirmado una segunda parte, que llegará en 2017.
Este grupo de encantadores perdedores que había pasado prácticamente desapercibido, a excepción de los mayores fanáticos de la gran factoría del cómic, está liderado por Peter Quill, o Star Lord (Chris Pratt), como se hace llamar, un ladrón capturado de la Tierra cuando era niño. Todo comienza cuando este ligón saqueador roba un misterioso orbe codiciado por Ronan (Lee Pace), un poderoso villano que pretende utilizar el objeto para llevar a cabo un siniestro plan que hará tambalearse a todo el universo.
Quill se verá obligado a unirse a los cazarrecompensas Rocket (Bradley Cooper) y Groot (Vin Diesel), un carismático mapache armado y un árbol que camina, respectivamente; Gamora (Zoe Saldana), una asesina sin nada que perder; y Drax (Dave Bautista), un prófugo en busca de venganza. Juntos formarán una singular banda que intentará salvar el destino de la galaxia.
La cinta realiza un salto en el espacio, pero también en el tiempo: recuerda a las antiguas películas de George Lucas, Steven Spielberg o Robert Zemeckis. A uno se le viene a la cabeza, sobre todo, ‘Star Wars’, pero también la saga de Indiana Jones e incluso ‘Regreso al futuro’. Guiños aún más explícitos son los que se realizan a ‘Footlose’, Kevin Bacon o John Stamos (el tío Jesse de ‘Padres forzosos’).
Los cascos y armas futuristas conviven con walkmans y cassettes, pues la banda sonora formada por inolvidables canciones de los 60 y 70, como ‘Hooked on a Feeling’, de Blue Swede, o ‘Moonage Daydream’, de David Bowie, es un miembro más del equipo de ‘guardianes’. Temas de The Jackson 5 o el ‘Come and Get Your Love’, de Redbone, adquieren una relevante importancia en la narración.
La música es uno de los puntos fuertes de la película y el ‘Awesome Mix vol. 1’ que acompaña a Quills ya ha alcanzado el ‘número 1’ en EEUU, convirtiéndose en la primera banda sonora sin temas originales que lo consigue.
Otra de las fortalezas son los personajes protagonistas, que logran ganarse la simpatía del espectador pese a sus grandes defectos, o, más bien, gracias a ellos. Son unos delincuentes adorables, con carisma e ingenio. Salimos de la sala queriendo saber más sobre ellos y sobre su destino. Los cinco han conseguido hacerse hueco entre los populares Iron Man, Capitán América o Thor. Han llegado para quedarse.
También ayuda la interpretación de algunos de los actores, como Chris Pratt, que da vida al líder de la banda ganándose al público. Pero lo que más sorprende son las voces de Bradley Cooper y Vin Diesel, lo que hace muy recomendable ver la cinta, si es posible, en versión original. En papeles más secundarios encontramos a Glenn Close, Benicio del Toro y John C. Reilly.
Y es aquí, en el grupo de ‘Guardianes de la Galaxia’, donde encontramos las mayores similitudes con la saga de George Lucas. El espíritu de Han Solo está presente a lo largo de toda la película, también Chewbacca, R2D2 y C3PO y la princesa Leia. Pero no son las únicas similitudes: también encontramos unos escenarios galácticos y unos villanos ambiciosos.
Aunque, si algo falla en la película de James Gunn son precisamente los villanos, que están demasiado desdibujados. Se profundiza poco en su desarrollo, así como en algunas partes de la historia que sería interesante conocer. La trama se queda coja.
Pero estos errores se le perdonan porque, aunque no hay tanto enfrentamiento directo como en toda película del género que se precie, rebosa agilidad y consigue divertir y entretener, que es lo que se pretende. Y es que el humor es el tercer gran acierto de este ‘blockbuster’ atípico de Marvel (aunque puede resultar cansino).
Gunn, también coguionista de la producción, consigue el equilibrio entre la comedia, la acción y el tono emocional y nostálgico. ‘Guardianes de la Galaxia’ es así una mezcla explosiva de cine de superhéroes, ciencia ficción, aventuras y acción ligada a través del humor y con un regusto ochentero.
