‘Landa Palace’, situado en Burgos

La cátedra hotelera

‘Landa Palace’, situado en Burgos

Landa Palace

El hotel-restaurante Landa es un hotel-restaurante fundado en los años cincuenta por una señora del mismo apellido con gran sensibilidad en el mercado de las antigüedades de las que llenó el establecimiento de su propiedad. La sustitución de la antigua infraestructura de carreteras nacionales por las modernas autopistas que en la actualidad cruzan España de norte a sur, conllevo la desaparición de varios cientos de populares hosterías en las que se paraba para disfrutar de un tentempié de cierta calidad culinaria. Entre los pocos establecimientos que sobrevivieron se encuentra el Landa Palace burgalés, a quien los dioses de las carretera milagrosamente premiaron con un entrada-salida de la auto ruta justo frente de su puerta principal.

El hotel-restaurante Landa es un hotel-restaurante fundado en los años cincuenta por una señora del mismo apellido con gran sensibilidad en el mercado de las antigüedades de las que llenó el establecimiento de su propiedad. En esta casa era muy famosa su ‘gran suite’ bautizada con el nombre del dictador Francisco Franco.

No es ningún secreto que el cordero asado al horno de leña que sirven en las mesas del restaurante burgalés es una delicia gastronómica, muy alejada de las habilidades culinarias de la mayoría de los cocineros estrellados. Otro manjar irrepetible de esta casa son sus morcillas de arroz, solas o acompañando con huevos fritos. También son muy recomendables los bocadillos de tortilla, jamón y pimientos entreverados. Otras especialidades sobresalientes de esta casa son los desayunos con pastelería casera (caracolas, palmeras, bizcochos…) preparadas sin las grasas saturadas que habitualmente inundan los mostradores de todos los bares- stop situados en la vecindad de las gasolineras.

En igual sentido, la limpieza de sus instalaciones son modélicas. No obstante, este establecimiento muestra algunos puntos débiles. A pesar de que sus precios no son baratos (un café 2.50€ mas IVA), su punto mas endeble es el servicio. Por suerte se han ido jubilando los empleados mas veteranos: gente para quien ser amables era un pecado. No obstante todavía queda algún miembro de la vieja guardia a quien le cuesta hasta dar los buenos dias. Otro punto negativo es el pago de las consumiciones: cuando hay muchos clientes pagar es un milagro gracias a la desorganización secular que preside la división de los rangos de trabajo de cada uno de los camareros.

www.editorialacatedra.com

Más información