La Liga BBVA sigue siendo desigual. Y no desigual a niveles normales, sino que económicamente hablando es uno de los desastres más llamativos a nivel europeo. Es evidente que las diferencias entre grandes clubes se producen en todas las ligas europeas. El United es más grande que el Swansea, el Bayern que el Herta de Berlín y, también el Madrid que el Rayo Vallecano. Pero son más grandes por su gestión y por su capacidad para atraer masas y generar ingresos con sus buenos resultados deportivos y el tirón de marca que tienen.
Pero no en todas partes ayudan a que esas diferencias sean más acusadas, más bien en ningún sitio excepto en España. Estoy hablando de los derechos de TV. Y es que la televisión es uno de los agentes externos que más dinero invierte en fútbol porque realmente luego lo genera con sus retransmisiones. Pues bien, la manera de gestionar ese dinero a percibir es la principal causante de que haya más diferencia entre grandes y pequeños en España que en cualquier otro sitio.
En primer lugar, en todas las ligas la negociación entre los diferentes operadores y los clubes son colectivas. En España no. En España Real Madrid y FC Barcelona se llevan la mayor parte del pastel mientras que lo demás equipos se reparten como pueden las migajas restantes. Unas migajas que les sirven para sobrevivir, pero siempre en función de lo que dejen los llamados grandes.
Sin ir más lejos, nos podemos apoyar en los datos oficiales que ofrecen en vivo los equipos de fútbol . En Inglaterra, la pasada temporada la diferencia entre el equipo que más dinero ingresó (el Liverpool, con 122 millones) y el que menos (el Cardiff con 78) fue de tan sólo 44 millones. En Alemania, la diferencia entre el equipo que más ingresó (el Bayern con 47 millones) y el que menos (el Colonia con 19) queda en tan sólo 28 millones. En España, por su parte, la diferencia entre los equipos que más cobran de tv (Real Madrid y Barcelona con 144 millones) y el que menos (Rayo Vallecano, 19.5 millones) , es de 125 millones. Esto, unido ya al presupuesto en el que no entran los ingresos televisivos convierte las diferencias entre unos y otros en prácticamente insalvables.
Ver que un equipo como el Cardiff o el QPR hace unos años ficha jugadores por 10 y 15 millones mientras que otros aquí como el Rayo Vallecano se tienen que alimentar de cesiones ya que no tienen suficiente capacidad económica como para fichar un solo jugador es realmente tremendo. Eso están consiguiendo los dirigentes. Los grandes son cada vez más grandes y los pequeños cada vez más pequeños. Lo bueno del fútbol es que a veces los menos grandes se revelan, como sucedió la pasada campaña con el Atlético de Madrid. Esperemos que les dejen intentar repetirlo y, si es posible, que se añada alguno más. Arreglen esto, por favor.
