‘El extraordinario viaje de T.S. Spivet’, una película de Jean-Pierre Jeunet

La butaca

‘El extraordinario viaje de T.S. Spivet’, una película de Jean-Pierre Jeunet

El extraordinario viaje de T.S. Spivet

El protagonista de esta historia, basada en la novela ‘Las obras escogidas de T.S. Spivet’, de Reif Larsen, es un pequeño genio de diez años que vive prácticamente aislado en un rancho de Montana con su peculiar familia. Jean-Pierre Jeunet, el director de la conocidísima ‘Amelie’ y de la película de culto ‘Delicatessen’, vuelve a dar rienda suelta a su reconocible estilo personal en su nuevo trabajo, ‘El extraordinario viaje de T.S. Spivet’. La cinta tiene mucho en común con la de aquella joven parisina que conquistó al público hace más de diez años, pero no logra despertar tanto entusiasmo.

El protagonista de esta historia, basada en la novela ‘Las obras escogidas de T.S. Spivet’, de Reif Larsen, es un pequeño genio de diez años que vive prácticamente aislado en un rancho de Montana con su peculiar familia: una madre bióloga (Helena Bonham Carter) obsesionada con encontrar un insecto que parece inexistente, un padre amargado y de pocas palabras que vive como un auténtico ‘cowboy’ y una hermana a la que solamente le interesan la televisión y la popularidad.

El talento del pequeño es tal que le conceden el premio Beard del Smithsonian, el prestigioso centro de investigación estadounidense, por su rueda del movimiento perpetuo. Tendrá entonces que ingeniárselas para viajar a Washington y recoger su galardón sin que su familia se entere.

Como Amelie Poulain, T.S. Spivet es un personaje fuera de lo común, complejo, incomprendido y encantador. Despierta la ternura, especialmente con sus ingeniosas afirmaciones en las que deja patente que es un niño muy sabio pero que no ha abandonado del todo la inocencia.

A pesar de ello, y de la gran interpretación de Kyle Catlett (al que solamente hace sombra Judy Davis, en su papel de la aprovechada directora del Smithsonian), Spivet no es Poulain, no es tan fascinante como la joven soñadora que intentaba arreglar la vida de los demás. Aunque puede que el problema sea más bien de los personajes que rodean al protagonista, demasiado caricaturizados.

Tampoco la alucinante y creativa belleza visual sorprende tanto como lo hicieron los singulares encuadres de ‘Delicatessen’. Sus vivos colores, su voz en off, sus planos de la vida cotidiana llenos de detalles, su forma de narrar… siguen cautivando, pero la falta de novedad hace la historia menos atractiva que sus anteriores trabajos.

Especialmente, en el viaje en sí del protagonista, quizá lo menos interesante de la cinta pese a que el título de la película remite a una ‘road movie’. Aunque los paisajes que atraviesa T.S. Spivet son espectaculares, resulta más cautivadora la primera parte del film, en la que Jeunet nos presenta al pequeño y a su familia con la imaginación que caracteriza al realizador; también la parte final, en la que realiza una crítica sobre la superficialidad de la televisión y de la vida (eso sí, un poco pasada de azúcar).

‘El extraordinario viaje de T.S. Spivet’ gustará sobre todo a aquellos que admiran el trabajo de Jeunet. Es una película tierna y con una gran potencia y viveza visual, alejada de lo tradicional, pero que pese a sus buenas intenciones y momentos de lucidez no acaba de arrancar la fascinación de otras obras del director.

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