Los técnicos creen que el Gobierno convierte al CSN en una «marioneta de intereses políticos» al cerrar Garoña

Energía

Los técnicos creen que el Gobierno convierte al CSN en una «marioneta de intereses políticos» al cerrar Garoña

Consideran que la decisión del Ejecutivo merma la “credibilidad” del regulador y que se han perdido miles de horas de trabajo.

Central nuclear de Garoña

La Asociación de Técnicos de Seguridad Nuclear (ASTECSN) criticaba ayer que la decisión del Gobierno de no renovar la autorización para la reapertura de Garoña anunciada por el ministro de Energía, Álvaro Nadal, socava la credibilidad del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Denuncian el uso partidista del regulador en el expediente de reapertura de la central nuclear porque con este proceso el CSN «ha perdido credibilidad ante una sociedad harta de corrupción política» y ha sido «una marioneta». El CSN emitió el pasado mes de febrero su informe favorable a la renovación de la planta, según indican los técnicos en un comunicado recogido por Efe y Europa Press.

Según el escrito, la plataforma ve mermada su utilidad después de que se hayan dedicado meses a elaborar informes y estudios para que el Gobierno acabe por tomar la dirección opuesta: “Se ha trabajado un número de horas ingente (30.000 según el propio CSN) cuando ya había indicaciones suficientes de que la decisión política final sería contraria«.

«Estas actuaciones suponen un desgaste para el regulador nuclear que aparece ante los ciudadanos como una marioneta dirigida por objetivos políticos o intereses empresariales privados, y que proyecta sus carencias y fallos sobre esta Asociación, como ha hecho recientemente en respuesta a nuestros escritos, limitándose a ignorar nuestras propuestas al considerarlas como una injerencia», denuncia la organización, que insta al regulador a mejorar los «deficientes» mecanismos de discrepancia interna para «eliminar la cultura del miedo» dentro del organismo.

Acusa a la cúpula del CSN de «conceder recompensas a los funcionarios dóciles con la línea jerárquica«, pide un «cambio de valores en los dirigentes de muchas administraciones públicas» y asegura que seguirá denunciando los hechos que consideren «mala praxis» en el regulador nuclear.

La Astecsn, integrada por técnicos del Cuerpo Superior de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica, ha denunciado además que este esfuerzo ha «detraído recursos» de otras actividades necesarias para el mantenimiento de la seguridad de las instalaciones nucleares.

Considera que el expediente de la central nuclear Santa María de Garoña, ubicada en el burgalés Valle de Tobalina (Burgos) y a menos de 50 kilómetros de la ciudad de Vitoria, «se ha gestionado de forma inadecuada» y habrá que sacar lecciones aprendidas para el futuro.

«La energía nuclear no se puede gestionar ignorando la exigencia ciudadana de máxima transparencia y sin unos responsables de los que tengamos la debida garantía de independencia», dice el comunicado de la Astecsn. La asociación acusa al CSN de ignorar sus propuestas al considerarlas como una «injerencia».

La Astecsn ha anunciado que mantendrá una actitud activa y vigilante hacia el cambio «imprescindible que demanda la sociedad española» y que denunciarán aquellos hechos que entienda son incumplimientos normativos o que reflejen la «mala praxis» en el CSN.

Los técnicos han propuesto, entre otras medidas, trabajar con documentos electrónicos a los que solo tengan acceso los técnicos del organismo para evitar filtraciones. También proponen, no hacer debates públicos del Pleno cuando toma resoluciones de envergadura.

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