La izquierda encuentra su bastión en las capitales europeas

El futuro de la izquierda

La izquierda encuentra su bastión en las capitales europeas

Ayutamiento de Madrid

El éxito de ‘Los Verdes’ en Ámsterdam vuelve a poner de relieve – Londres, Brexit – la diferencia existente entre los votantes urbanos y los periféricos. La sensación, y parte de la realidad, es que Europa está virando su discurso político hacia la derecha. El auge de los partidos de extrema derecha – suavizados mediáticamente bajo el término ‘populista’ – provoca que las fuerzas políticas clásicas escoren su lenguaje hacia términos cada vez más exclusivos y separatorios. ‘Nosotros’ o ‘ellos’, planteado incluso desde partidos que dicen ser de centro.
 
Sin embargo, si uno viajara exclusivamente por las capitales occidentales del Viejo Continente tendría, precisamente, la sensación contraria. Que Europa es una especie de paraíso social donde la izquierda florece y campa entre la gentrificación y la resistencia.
 
El ejemplo de Jesse Klaver (“Izquierda Verde”) en las elecciones holandesas, el político más votado en Ámsterdam, se une a lo sucedido en Londres durante el referéndum del Brexit o a lo acaecido en Viena durante la repetición de las elecciones austriacas. En estos dos episodios electorales el voto de la capital (y el de los jóvenes) distó mucho del voto ‘rural’ o periférico.
 
De hecho, si por Londres fuera, Reino Unido seguiría perteneciendo a la UE por muchos años más.
 
La generación Erasmus, jóvenes urbanitas licenciados, en conexión unos con otros a través de las redes sociales. O simplemente jóvenes – cansados o no – que establecen nuevas rutinas como votar a un ‘nuevo’ partido. Millones de jóvenes y no tan jóvenes que viven en capitales y que apuestan por partidos más propensos a la solidaridad, cooperación e integración.
 
Madrid (Manuela Carmena), Barcelona (Ada Colau), Lisboa (Fernando Medina), Roma (Virginia Raggi – ‘Movimiento 5 estrellas’), Paris (Anne Hidalgo), Berlín (Michael Müller), Londres (Sadiq Khan), Bruselas (Yvan Mayeur) y Ámsterdam (Eberhard Edzard van der Laan) tienen como alcalde o alcaldesa a figuras ubicadas en el espectro de la izquierda.
 
Desde la izquierda de Ada Colau a la ambigüedad de Virginia Raggi, pasando por el socialismo alemán de Michael Müller.
 
La realidad es que la extrema derecha, tan en auge, o la propia derecha, no convencen a los votantes urbanos de las grandes capitales occidentales, que en las elecciones holandesas han vuelto a confirmar la división en el voto entre capital y periferia.

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