Alfonso Aroca lleva su piano flamenco a EEUU

La nueva gran promesa del piano flamenco se abre camino en los mercados internacionales de la mano de la SGAE. No son muchos, pero ya configuran un segmento a considerar dentro del inmenso tesoro que constituye el flamenco. Los pianistas que han conseguido atrapar el duende sobre las teclas de este instrumento, poco propicio en teoría para el ‘quejío’, han dejado de ser una rareza. Gracias a la música fresca que traen instrumentistas como Alfonso Aroca.
 
Nacido en Méngibar (Jaén) en 1981, el maestro de la generación ‘millennial’ se crío artísticamente en Córdoba, en cuyo Conservatorio Superior obtuvo, según nos cuenta la wikipedia, su título de Profesor Superior de Piano, Solfeo, Teoría de la Música, Transposición y Acompañamiento.
 
Ahí es nada. Pero inquieto como es también pasó un tiempo en Barcelona donde estudió jazz y música latina. Estilos y disciplinas que ha sabido combinar posteriormente con el flamenco, su verdadera pasión. Aunque antes de dedicarse a él por completo, ha militado en formaciones de todo tipo y ha liderado combos de funk y músicas de baile.
 
Este bagaje, tal vez no demasiado del gusto de algunos puristas, ha enriquecido su universo sonoro y le ha permitido dar un aire propio y personal a su música, que busca la raíz, pero aspira a ser más una recreación que mire hacia el futuro, que una simple repetición, más o menos acertada, de los esquemas ya perfectamente comprobados.
 
A veces, da un poco de vértigo escuchar a este pianista, porque encuentra sus mejores hallazgos musicales sobre la cuerda floja, muchas veces, más allá de los límites estilísticos habituales. Quizá porque sabe que los artistas que de verdad respetan la tradición siempre se la juegan para evitar que el olvido y las polillas hagan su trabajo.
 
En las próximas semanas, Aroca se unirá a la caravana de Flamenco Eñe, la iniciativa de la SGAE para difundir esta música en el exterior, donde encontrará compañeros de fuste como Josemi Carmona y Javier Colina y Ultra High Flamenco. Al pianista le esperan de momento Chicago y Nueva York. Estamos seguros de que pronto serán ‘tierra conquistada’.