Podemos, Equo y los colectivos ecologistas organizan distintas campañas de concienciación para evitar que, 30 años después, se repitan catástrofes como la de Chernóbil. Con motivo del 30º aniversario de la catástrofe nuclear de Chernóbil, que se conmemora hoy, Podemos, Equo y los colectivos ecologistas han organizado distintas campañas para concienciar a la opinión pública de que la única forma de evitar futuros accidentes es proceder al cierre escalonado de centrales nucleares lo antes posible.
Una de las iniciativas más destacadas es la que ha tomado la Fundación Equo -con el apoyo del grupo parlamentario Podemos-En Común-En Marea– ya que han organiza una jornada en el Congreso de los Diputados con el título “¿Cuenta atrás para la energía nuclear en España?” con objeto de debatir sobre las consecuencias de la energía nuclear y cuál es el futuro de la energía nuclear en nuestro país.
Un acto que tiene gran trascendencia ya que durante la misma el diputado Juantxo López de Uralde del grupo parlamentario Podemos – En Comú Podem – En Marea y coportavoz de Equo presentará una Proposición No de Ley para instar al Congreso al cierre progresivo de las centrales nucleares a medida que sus permisos de explotación caduquen; de manera que la última central en ser cerrada sería Trillo en 2024.
Además, la jornada contará, con un testimonio de primera mano del accidente de Chernóbil, gracias la presencia de Svieta Shmagailo, que tenía 12 años cuando se produjo el siniestro y que vivía cerca de la central nuclear en el momento de la catástrofe nuclear y que contará su experiencia invitada por Greenpeace.
La jornada se compondrá de dos mesas redondas. La primera, bajo el título, 30º Aniversario de Chernobyl. Los peligros de la energía nuclear, en la que participan las organizaciones sociales
Y la segunda, “el futuro de las nucleares en España: Garoña, en la que participarán los distintos grupos parlamentarios en la Comisión de Energía, Industria y Turismo”.
”Desénchufate de la energía nuclear»
Paralelamente, y también coincidiendo con el 30º aniversario del accidente de Chernóbil, Ecologistas en Acción ha presentado la campaña “Desénchufate de la energía nuclear” con la se insta a la ciudadanía a modificar su consumo eléctrico para que no tenga aportación nuclear
Ecologistas quieren que la opinión pública no olvide que el accidente de Chernóbil” puso de manifiesto el enorme riesgo de mantener las centrales nucleares en funcionamiento y mostró que los efectos de un posible accidente superan las fronteras y se extienden a varios países. De hecho, la nube radiactiva recorrió la mayor parte de Europa y afectó principalmente a Bielorrusia y Rusia, además de Ucrania”. Y recuerda que “el número de víctimas de la radiación, especialmente entre los liquidadores que lucharon contra el accidente, se acerca a 200.000 según la Academia de Ciencias de Rusia” .
Además, avisa que “la situación de riesgo en la central se ha incrementado por el mal estado del sarcófago que se construyó de forma apresurada tras el accidente y que sufrió derrumbes en 2014 y 2015. Dado el estado del núcleo del reactor, que se encuentra fundido y no puede desmantelarse, se está terminando de construir un nuevo sarcófago de dimensiones colosales por la compañía francesa Areva, que de esta manera también se beneficiaría de la catástrofe”.
Reducir el consumo doméstico
Desde Ecologistas consideran que la única forma de evitar futuros accidentes como los de Chernóbil o Fukushima es proceder al cierre escalonado de centrales nucleares, para lo cual proponen a la ciudadanía que tome las medidas que permitan acometer este cierre procediendo a “desenchufarse” de la energía nuclear, destacando que “aunque la aportación a la potencia total instalada sea baja (el 6,8% aproximadamente), la imposibilidad de regular la potencia nuclear y las características del mercado eléctrico español, que otorga enormes beneficios a los propietarios de las centrales nucleares, hacen que la energía nuclear aporte el 20% de la electricidad consumida en nuestro país”.
La propuesta de la campaña es que los usuarios acometan las medidas que permitan disminuir el consumo doméstico. Se trata de medidas de ahorro y eficiencia sencillas como la mejora del aislamiento de las viviendas, la instalación de dobles vidrios en las ventanas, el uso de luz natural siempre que sea posible y la incorporación de ledes en la iluminación, la instalación gradual de electrodomésticos eficientes cuando los antiguos se vayan estropeando y, finalmente y de forma general, la asunción de unos hábitos de consumo austeros”.
