La fiscalía surcoreana ha pedido una pena de 12 años de cárcel para el heredero del imperio Samsung, Lee Jae-young, que está acusado de los delitos de soborno, malversación y ocultación de activos en el extranjero dentro de la trama de la ‘Rasputina’.
La petición de la fiscalía fue presentada, señala EFE, en la última sesión del juicio contra Lee que se celebra desde el pasado mes de marzo en el Distrito Central de Seúl, donde la acusación también reclamó penas de 10 años de cárcel para otros tres altos ejecutivos de Samsung, según informó la agencia local Yonhap.
Lee permanece detenido desde mediados del pasado febrero, cuando el grupo de fiscales independientes que lleva el caso presentó cargos contra él por los citados delitos cometidos presuntamente en el marco del caso ‘Rasputina’, y que habrían permitido a Samsung obtener un trato favorable de las autoridades.
El hombre que lidera de facto el grupo empresarial más importante del país está acusado de autorizar el desvío de 43.000 millones de wones (35,4 millones de euros) a fundaciones bajo el control de Choi Soon-sil, más conocida como la ‘Rasputina’ por su amistad con la expresidenta surcoreana, Park Geun-hye.
Los pagos, continúa EFE, se habrían realizado a cambio de que el fondo público de pensiones hubiera autorizado en 2015 una fusión de dos filiales de Samsung (una de las cuales estaba participada por el mencionado fondo). Esto reforzaba el control del clan Lee sobre este grupo.
