Las energéticas implicadas en Nord Stream cargan contra EEUU por su amenaza de sanciones

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Las energéticas implicadas en Nord Stream cargan contra EEUU por su amenaza de sanciones

Engie y Uniper acusan a EEUU de inmiscuirse en asuntos europeos con las sanciones al gasoducto entre Rusia y Alemania.

Engie

El proyecto de Nord Stream 2, un gasoducto submarino para transportar gas directamente desde las costas de Rusia a Alemania sin pagar peajes en otros países, se ha convertido en el gran campo de batalla corporativo y político entre Europa y EEUU, después de generar tensiones dentro de la propia UE. Hace un mes, el Senado estadounidense votó incluir esta infraestructura en las nuevas sanciones contra Moscú, desatando la ira de Berlín por su injerencia en los asuntos del Viejo Continente. Las últimas en pronunciarse han sido las grandes energéticas europeas implicadas en el proyecto.

Las germanas Uniper y Wintershall , la francesa Engie, la británica Royal Dutch Shell y la austríaca OMV acordaron financiar la mitad del coste del gasoducto que el gigante ruso Gazprom está construyendo entre Rusia y Alemania. Aseguran que es fundamental para salvaguardar los futuros suministros de gas a la UE.

Nord Stream 2 AG, la empresa con sede en Suiza que gestiona el proyecto, ha denunciado que la amenaza de EEUU al proyecto es “una acción sin precedentes claramente dirigida a socavar la posición de un futuro competidor comercial. Recientemente, compañías del país norteamericano inició envíos de gas natural licuado a algunos países de la UE, con el objetivo de alcanzar contratos a largo plazo para abastecer a Europa, donde Gazprom tiene una cuota de mercado del 34%.

“El principio de las sanciones norteamericanas a un proyecto que no está en los EEUU, que no involucra a actores estadounidenses, que no está en dólares (…) es una injerencia en los asuntos de los países europeos que es inaceptable”, ha señalado al respecto Isabelle Kocher, directora ejecutiva de la empresa francesa Engie, a Financial Times.

Por su parte, Klaus Schäfer, presidente ejecutivo de Uniper, cree que la intervención estadounidense politiza aún más el proyecto: “Las sanciones propuestas no sólo afectan a Rusia, sino también a Europa y Alemania… Hago un llamamiento a todas las partes implicadas para que no transformen el proyecto en un peón de la política mundial y dejen el problema del suministro de energía europea a los europeos.”.

“Es inaceptable que la política energética europea se esté haciendo ahora en los EEUU y que los europeos tendrán que pagar la factura por los empleos estadounidenses, ya que los consumidores y la industria se verán confrontados con precios más altos, mientras nos impiden seriamente nuestros esfuerzos para garantizar un servicio fiable de suministro de energía en Europa”, añade, según recogen las citadas informaciones.

Sin embargo, muchos paéses europeos critican que Nord Stream 2 no será una iniciativa para el interés comunitario, incluso la Comisión Europea muestra sus recelos, al considerar que aumentará el poder de Rusia para suministrar energía a la UE.

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