Un estudio apunta que la estafa de las preferentes repercutió en la salud de los afectados

Preferentes

Un estudio apunta que la estafa de las preferentes repercutió en la salud de los afectados

Manifestación en contra de las preferentes

Un estudio publicado por la Fundación Finsalud concluye que los fraudes financieros deberían ser considerados un factor de riesgo para la salud. Los afectados por las participaciones preferentes de la banca o las hipotecas multidivisa tienen una peor salud física y mental, según sugiere un estudio llevado a cabo por investigadores de reconocido prestigio y publicado por la Fundación Finsalud, que concluye que los fraudes financieros deberían ser considerados un factor de riesgo para la salud.
 
El estudio, que ha sido publicado por Gaceta Sanitaria sobre fraudes bancarios en la salud, ha sido financiado por la Fundación Finsalud y llevado a cabo por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Carlos III, Universidad Complutense de Madrid y Universidad de Montreal.
 
Los resultados sugieren que las personas que han sufrido fraudes bancarios por compra de preferentes o contratación de hipotecas multidivisas tienen peor salud física y mental. Esto se traduce en “más trastornos de sueño y peor calidad de vida que la población española de edad comparable”. Así, el 63% de las personas que compraron preferentes y el 66% de los que tienen hipotecas multidivisas informan tener mala salud comparado con un 32% de la población española.
 

Finsalud

Diferencias similares se pueden ver en factores como el malestar psicológico, la falta de sueño –dormir menos de 7 horas- o incluso las enfermedades psiquiátricas diagnosticadas. Además, entre las personas que compraron preferentes, aquellos que han recibido compensación económica tienen mejor salud física y mental y mejor calidad de vida que los que todavía no han recibido esta compensación pero continúan con peor salud que la población española de la misma edad.
 
Los autores del estudio concluyen que los fraudes financieros deberían ser considerados un factor de riesgo para la salud de la población y sus efectos deberían investigarse en estudios longitudinales, así como que las personas afectadas por estos fraudes deberían recibir servicios médicos y psicológicos además de apoyo legal. 
 
“Nuestro estudio sugiere que los fraudes financieros producen serios perjuicios a la salud. Si nuestros resultados se confirman, las personas afectadas podrían solicitar cuidados y compensación por estos daños”, señala Maria Victoria Zunzunegui, investigadora principal de este estudio.
 
“Antes, durante y después de la crisis económica del 2008, el sector financiero ha abusado de la confianza de pequeños inversores mediante prácticas fraudulentas”, según denuncia la asociación de consumidores Asufin, que ha participado activamente en este proyecto junto a Adabankia.

Más información